crossover

Irrupción indígena en Europa

share on facebookprint/drucken
por Angel Sulub
Image
© Marisel Orellana Bongola
Image
Kollektive Mural mit Futuñeras und Antikolonialer Interventionen Wien© Marisel Orellana Bongola
Image
© Marisel Orellana Bongola
+

Invasión por la libertad y la dignidad de los pueblos del mundo

1. Existimos porque resistimos

Después de 500 años de lo que se conoce como la Conquista de México, una delegación de indígenas invadimos las tierras de los conquistadores.

En 1521 ocurrió la caída de la gran Tenochtitlán: centro político, económico, social, cultural y espiritual de los mexicas en el territorio que fuera bautizado como Las Américas; un acontecimiento con el que inició una de los episodios más trágicos de la historia: el intento de exterminio de los pueblos originarios del nuevo mundo.

Cinco siglos después, una delegación de indígenas de México representantes de los pueblos nahua, populuca, rarámuri, maya, purépecha, zapoteca y otomí llegamos a este lejano territorio que conocemos como Slumil K’ajxemk’op1 para acompañar la Gira Zapatista por la Vida y decir con voz fuerte y con dignidad por delante: ¡no nos conquistaron!, ¡estamos vivos!, ¡vivimos porque resistimos!

En esta irrupción indígena en Europa vinimos una delegación del Congreso Nacional Indígena de México (CNI). Este movimiento nació en 1996 y se constituyó como la casa de los pueblos indígenas de México, respondiendo al llamado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional después de su levantamiento armado de 1994; llamado al que acudimos los pueblos de México para encontrarnos y crear un espacio propio, para dialogar, para reconocer nuestros dolores, para organizarnos y para luchar como pueblos hermanos que somos.

Fue el 12 de octubre de 1996 en la Ciudad de México, mientras estábamos reunidos los pueblos indígenas de México con la presencia de la Comandanta Ramona -quien acudió con una delegación zapatista- que nacimos como el Congreso Nacional Indígena: espacio organizativo de los pueblos y comunidades indígenas, naciones, tribus y barrios de México. 

Y desde entonces el CNI ha caminado junto a los pueblos zapatistas, regido por los siete principios del mandar obedeciendo: 1. servir y no servirse; 2. representar y no suplantar; 3. construir y no destruir; 4. obedecer y no mandar; 5. proponer y no imponer; 6. convencer y no vencer; 7. bajar y no subir.

Somos hombres y mujeres de distintos colores, como distintos son los colores del maíz; con distintas lenguas, como distintas son las texturas de la tierra; somos hijos e hijas de la montaña, herederas de la sabiduría milenaria de nuestros pueblos; guardianes y guardianas del agua, de las selvas, los manglares y de todo lo sagrado que habita en nuestros territorios. Somos pueblos que compartimos la resistencia ancestral contra los despojos, contra el racismo y el clasismo y contra las violencias estructurales que este sistema hegemónico capitalista, patriarcal y colonial ejerce sobre nosotros, los pueblos del mundo.Somos comunidades resistiendo y construyendo nuestros propios caminos de autonomía.

2. La Gira por la Vida

En 2021, conmemoramos 500 años de resistencia, de lucha y de defensa de nuestras tierras, territorios y formas tradicionales de vida. 

Miramos con preocupación y alarma cómo se acentúan los despojos en los territorios de los pueblos indígenas. Los conquistadores no llegan más en carabelas con estandartes reales, sino con los emblemas de las firmas multinacionales de construcción, de energías “limpias”, de minería, de industria turística e inmobiliaria y de todas aquellas industrias que sirven al extractivismo capitalista. El capitalismo es el nuevo colonizador que esclaviza a los trabajadores en el nuevo mundo, que siglos después fue nombrado como tercer mundo y al que urge llevar el desarrollo; un desarrollo que se impone como modelo único de producción y de vida.

Entonces, los pueblos indígenas del mundo nos preguntamos ¿es posible continuar viviendo con un sistema de explotación que está destruyendo a la madre tierra? ¿acaso no es evidente la crisis civilizatoria y ambiental provocada por el capitalismo? ¿qué estamos dispuestos a hacer los pueblos del mundo? ¿cómo nos vamos a encontrar y a organizar para la lucha?

Esta travesía por Europa dio, para el Congreso Nacional Indígena, la posibilidad de encontrarnos con pueblos originarios, comunidades del campo y la ciudad, organizaciones y movimientos sociales, sindicatos, defensores de derechos humanos, ambientalistas, colectivos, estudiantes, mujeres en lucha, jóvenes, migrantes, intelectuales, artistas; hombres y mujeres que luchan y resisten contra el capitalismo y su lógica de explotación, despojo, discriminación y destrucción. 

Fue una oportunidad para compartir nuestros dolores y encontrar aquello que nos une como pueblos, sin importar las distancias que separan nuestras geografías y modos de vida.

Es la oportunidad de entretejer nuestros corazones y fortalecer nuestros espíritus, sin importar las distintas lenguas y los distintos contextos en que nos encontramos; reconociéndonos como defensores y defensoras de la tierra; proclamando que nuestra lucha es por la vida; que nuestra lucha es por la libertad y la dignidad de los pueblos del mundo.

3. Un mundo donde quepan muchos mundos

La travesía por la vida la iniciamos en Austria. La delegación del Congreso Nacional Indígena llegó el 23 de septiembre para incorporarse a la descomunal gira convocada por los pueblos zapatistas. Nos encontramos con una recepción maravillosa: mantas, consignas, música, algarabía. Era la fiesta de la vida. 

En Viena compartimos con organizaciones de personas migrantes, colectivos de mujeres, de juventudes, de artistas; organizaciones que, al igual que los pueblos indígenas de México, luchan contra la hidra capitalista2 cuyos camuflajes son los trajes de desarrollo, progreso y civilización. 

Nos encontramos con los mismos problemas de despojos de territorios, espejos de los despojos que ocurren en nuestros pueblos; pero también nos encontramos con la resistencia y la rebeldía de la Europa insumisa. 

La Europa de abajo que ha paralizado la construcción de una autopista en las afueras de la ciudad de Viena, la misma que recupera espacios para la autogestión y lucha por los derechos de las personas en situación de migración, al igual que contra el racismo y el clasismo estructural. Viena nos mostró cómo una ciudad que es ejemplo y orgullo del primer mundo es también un verdadero ejemplo de lucha de los pueblos; ejemplo de reflexión y de cuestionamiento de los privilegios de los países enriquecidos a costa de la explotación y destrucción de otros pueblos del mundo.

Viena nos recibió en los castillos más imponentes de la ciudad, y no los colosales castillos imperiales, sino los castillos construidos con sueños de dignidad, esos sueños de libertad que nos unen y entretejen los corazones de hombres y mujeres de todos los rincones del mundo.

En Austria, la primera estación de la Gira por la Vida, sentimos el llamado de la tierra, la urgencia por derribar este sistema y cruzar la frontera al post-capitalismo. El llamado de la tierra que nos pide salirnos de los paradigmas dominantes y construir mundos solidarios para el bien común.

Y entonces tuvimos la seguridad de que llegó el tiempo de los pueblos, el tiempo de los pueblos indígenas, de los pueblos del campo y de la ciudad, de los pueblos migrantes, de los pueblos refugiados, de los pueblos que luchan por la defensa de sus territorios; de los pueblos del mundo que soñamos con una vida digna para nuestros territorios, para la humanidad; para los niños y niñas que vendrán; honrando la memoria de aquellas personas que han dejado la vida luchando. 

Sea pues nuestra invasión, un pretexto -urgente y necesario- para encontrar formas para construir un mundo donde quepan muchos mundos.

Notas al pie

1. Slumil K’ajxemk’op, en lengua maya tseltal, fue el nombre dado a Europa por Marijose, miembra del Escuadrón Zapatista 421.

2. La hidra capitalista es un término que utilizamos desde el pensamiento crítico vinculado al zapatismo para referirnos al monstruo que representa al capitalismo que viene del ser mitológico que es la hidra con sus muchas cabezas. Es una metáfora del capitalismo.

Angel Sulubes delegado del Congreso Nacional Indígena (CNI), espacio organizativo en el que convergen las resistencias y luchas de comunidades, tribus, barrios, naciones y pueblos indígenas de México. El CNI fue invitado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a acompañarles en la “Gira por la Vida” a lo largo de Europa durante la segunda mitad del 2021.